Wall Street es tal vez la película que mejor ejemplifique la glorificación al capitalismo, así como sus nefastas consecuencias para la sociedad.
Los "tiburones de la bolsa", son puestos en evidencia a través de una muy buena actuación de Michael Douglas, dando vida a Gordon Gekko, el accionista sin escrúpulos que acapara fortunas en la bolsa, a costa de información privilegiada y por encima de la ley, y de quien se deje.
Es curioso pero la tendencia de "disparidad" que se exhibe en esta película, hoy en día es aun mayor que en aquellos años, y los capitales al rededor del mundo cada día se van hacia la misma dirección; en pocas palabras cada vez hay más pobres y los ricos lo son mucho más y más.
En la época de su estreno, esta cinta hizo que muchísima gente interviniera en la bolsa, de hecho el personaje de Douglas, motivó a un sin numero de personas a participar en el mercado bursátil (algo que fue como una moda pasajera).
La contraparte del film corre a cuenta de un joven Charlie Sheen, el discípulo de Gekko que quiere "comerse el mundo a puños" y que es manipulado por el poder del dinero y los discursos y enseñanzas de su ambicioso jefe.
No cabe duda que a pesar del tiempo este film no ha perdido vigencia, y aunque este fue estrenado por hay del año 87, sigue cumpliendo con su objetivo, que es el poner en evidencia el motor que mueve al capitalismo moderno: La Ambición y La Codicia
Los "tiburones de la bolsa", son puestos en evidencia a través de una muy buena actuación de Michael Douglas, dando vida a Gordon Gekko, el accionista sin escrúpulos que acapara fortunas en la bolsa, a costa de información privilegiada y por encima de la ley, y de quien se deje.
Es curioso pero la tendencia de "disparidad" que se exhibe en esta película, hoy en día es aun mayor que en aquellos años, y los capitales al rededor del mundo cada día se van hacia la misma dirección; en pocas palabras cada vez hay más pobres y los ricos lo son mucho más y más.
En la época de su estreno, esta cinta hizo que muchísima gente interviniera en la bolsa, de hecho el personaje de Douglas, motivó a un sin numero de personas a participar en el mercado bursátil (algo que fue como una moda pasajera).
La contraparte del film corre a cuenta de un joven Charlie Sheen, el discípulo de Gekko que quiere "comerse el mundo a puños" y que es manipulado por el poder del dinero y los discursos y enseñanzas de su ambicioso jefe.
No cabe duda que a pesar del tiempo este film no ha perdido vigencia, y aunque este fue estrenado por hay del año 87, sigue cumpliendo con su objetivo, que es el poner en evidencia el motor que mueve al capitalismo moderno: La Ambición y La Codicia
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